MERIENDAS DE MI INFANCIA
Pan con chocolate, qué combinación
tan rica y sencilla y lo mejor de todo cuántos recuerdos.
Un grito de la abuela Angeles y bueno, o es que
nos había pillado la última pillería o era la hora de la merienda….¡no, no, era
la hora de la merienda!
Eran unas tabletas alargadas,
finas e individuales. El reparto era equitativo para que no hubieran peleas,
aunque ¡qué mejor motivo para una contienda que una deliciosa onza de
chocolate! Por supuesto envuelta en papel de plata como todo regalo celestial
que se precie.
En 5 minutos habíamos devorado
hasta las mijillas, nos habíamos chupado los
dedos varias veces y con nuestros buenos churretes reiniciábamos los
juegos en nuestra selva privada.
Recuerdo con especial emoción un cajón
que tenía mi abuela siempre lleno de cuerdas de algodón blancas y claro, con
esas cuerdas, se podían jugar a miles de cosas.
Hoy cojo un extremo de una de
esas cuerdas y tiro para que aparezcan todos esos recuerdos cargados de
sonidos, olores y sabores.
PRETZELS
INGREDIENTES:
400 g de masa madre
500 g de harina blanca de trigo
10 g de levadura fresca
15 g de azúcar blanca
10 g de sal
50 g de mantequilla
100 g de leche
100 g de agua
1 huevo batido
ELABORACIÓN:
Mezclar todos los ingredientes en
un cuenco. La masa resultante estará muy rígida. Cubra el cuenco con un paño y
deje reposar durante una hora.
Trascurrido el tiempo dividir la
masa en 12 piezas de 100g cada una.
Coloque los pretzel en una placa
para hornear y glaséalos con el huevo batido. Déjelos reposar, sin cubrirlos,
durante 45 minutos.
Glaséalos otra vez con el huevo
batido y espolvorear con sésamo, presionándolo un poco. Coloque los
pretzel en el horno ya calentado, a una temperatura de 230º C. Hornee durante
15 minutos.