domingo, 10 de enero de 2016

VENDAS DE FUEGO








Te prometo un invierno de amapolas,
de relojes en cinta de tiempo moldeable.
Encenderemos lumbre en cada habitación,
en todos los roperos.
Las llamas darán luz a lo escondido
y entre ascuas y brasas arderá
la corpulenta esencia de los días.

Antes que el sueño triunfe,
haremos una cura con el fuego
negando la cuaresma de la carne.
Con murmullo de besos pondremos en acción
al amor masturbado por todo nuestra dermis
aprendiendo a morir bajo cada conquista.

Creo que voy a cambiar la flor de mi promesa,
tal vez haya forzado el misticismo
que germina al deseo entre las ingles.
Te prometo la brisa sin cumplidos
de un campo humedecido de caléndulas
por si las amapolas duermen en el invierno
el calor fecundado de mañana.