martes, 25 de julio de 2017

BABAS DE CARACOL







BABAS DE CARACOL


Salgo al mundo a hurtadillas
y me dirijo a aquella carretera
donde doy muerte a miles de babosas.
La calma de la lluvia en movimiento,
de un río de bombillas
que explotan en mi oído,
me hace sentir de golpe el peso de la muerte,
el miedo de las manos que lapidan.

Es mi coche un verdugo
-asonancia cercada de asonancia-
que aplasta la espiral en donde habito,
la que me hace volver
entre los brazos firmes de mi amante
a negar a la noche sus crujidos,
a esconder el cadáver
de un hombre que se hunde entre mis dedos.